Es el nombre del espesor mental que padece el paciente con lupus. Yo lo llamo "telarañas" mentales de manera que la gente a mi alrededor lo comprende al instante. ¿Te imaginas una araña tejiendo su cálido hogar dentro de tu cabeza? La red se densifica a medida que el arácnido da más y más vueltas y, proporcionalmente a ello, el flujo de ideas es cada vez más lento. ¿El resultado? El pensamiento se ralentiza, procesar información se convierte en una tarea ardua; cualquier tipo de información, no es preciso que se trate del último descubrimiento de la física cuántica. Basta con que uno de mis hijos desee explicarme una anécdota de su día escolar...
Nada grave o letal, pero desde luego invalidante.
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